Uno de los factores faltantes en las PYMEs en la actualidad es la orientación al cliente. Generalmente un emprendedor al iniciar con su negocio se ocupa de las actividades operativas y administrativas dejando casi en el olvido las tareas de Marketing para atraer a más clientes nuevos.

Una de las actividades más importantes dentro de una PYME es la atracción de prospectos nuevos día con día, o dime, ¿Cómo darás a conocer tu marca? ¿Como incrementarás tus ventas? La orientación al cliente es fundamental hoy en día…

Sólo van a tener capacidad de pervivir con éxito las empresas que estén dedicadas a la orientación al cliente y canalicen todos sus esfuerzos y actuaciones en maximizar el valor de su propuesta al cliente.

Para ello se debe implantar una cultura en la empresa de clientización (orientación al cliente) y se debe dotar a la empresa de una estructura, interna o externa, de marketing que:

Se rompen las barreras diferenciadoras que marcaban los presupuestos entre empresas grandes y pequeñas, antes sólo las grandes podrían acceder al gran público a través de elevados presupuestos en mass-media.

El presupuesto ya no es excusa con Internet, ya que varían los modos de comunicar, que ahora juegan a favor de la pyme ya que puede acceder, con la metodología y el know-how adecuado, a sus públicos de un modo directo y a costes más bajos. Y no sólo en comunicación, ya que Internet supone oportunidades de nuevos modelos de negocio especialmente adaptados a estructuras ligeras como las de la pyme.

Ahora más que nunca el marketing no debe ser una excepción en las pymes, sino la regla común… No hay excusa.

La pyme debe estructurar con recursos internos o externos su función de marketing para orientarse más que nunca al mercado, valor para el cliente y a la creación de marcas valiosas y perdurables.

Es mucho más sencillo de lo que parece y no es una cuestión de presupuesto. Es de voluntad, de foco y método.