La innovación, en términos de planificar, desarrollar, posicionar y lanzar un nuevo producto, es una actividad necesaria, pero debe estar razonada en términos de rentabilidad y de capacidad de la demanda en el mercado.
La presentación de un nuevo producto, se aprovecha también para reforzar la comunicación sobre la marca, la empresa y el resto de productos.
Dentro de una política general de marketing que debe contemplar las siguientes aspectos:
- Explicar cual es la intención más general de la empresa al presentar el nuevo producto.
- Aprovechar para referirse de forma general a la actividad de la competencia y las diferencias que se buscan con esta intención.
- Buscar nuevos clientes y ganar la lealtad de los actuales.
- Aprovechar para mostrar fortalezas de la empresa, su capacidad innovadora y sus esfuerzos en I+D.
- Poder conocer más a fondo las necesidades y preferencias de los clientes.
Para todo ello, las herramientas que pueden utilizarse son las siguientes:
Menos
- Publicidad con catálogos o folletos, pensados para dar respuesta a las necesidades de los clientes.
- La venta directa, imprescindible en cierto tipo de productos, con la ayuda eficaz de acciones de telemarketing.
- Reforzar los contenidos de la Web corporativa.
- Organizar eventos especiales como ferias, exposiciones o seminarios de presentación.
Más
- A través de las relaciones públicas a todos los niveles, crear credibilidad en los productos y servicios de la empresa, con el bombardeo constante de mensajes positivos.
- Algunos productos, casi todos, pueden ser objeto de promociones durante la fase de lanzamiento y presentación, con ofertas especiales y puntuales.
Se puede mencionar el ejemplo de un gimnasio que, antes de comenzar su equipamiento, invitó a una serie de personas a visitarlo y conocer sus planes. Se admitieron la mayoría de propuestas que los visitantes hicieron y, desde luego, muchos de ellos fueron los primeros clientes cuando abrieron definitivamente.
Nuevos proyectos necesitan crear valor y el que mejor lo puede reconocer es el propio cliente.
Para terminar, decir que toda empresa que lleva a cabo una fase de presentación de un nuevo producto, debe considerar como importantes algunos elementos tales como: el embalaje atractivo e informativo, el precio y la eventual revisión de los canales de distribución, para trabajar con los más adecuados.
Los compradores observarán con minuciosidad los atributos del nuevo producto, por ello hay que lograr cubrir sus expectativas.